Por Juan Rodriguez Alegre
Muchas personas desean una experiencia con el buceo para probarlo ya que es algo que llama la atención y más tras ver algún documental o conocer a otra persona que lo practica.
La respuesta es el Curso de Introducción al Buceo, también conocido como “Bautismo Subacuático” entre otras denominaciones, para probar eso de “respirar bajo el agua”. Creo que actualmente todos los centros, escuelas y clubes ofrecen este tipo de curso a sus clientes y socios.
Estos cursos o actividades adquieren una enorme importancia para la promoción y divulgación del buceo. Puede parecer que no, ya que son cursos donde no se obtiene una titulación, por lo que se pueden considerar erróneamente como cursos de “segundo” orden.
Es muy recomendable considerar los estándares y procedimientos que la mayoría de las organizaciones tienen para los Cursos de Introducción al Buceo. Estos estándares están desarrollados con el fin de buscar la calidad y seguridad, para que tales actividades sean una potente herramienta de promoción hacia los cursos de buceo con titulación.
Muchos bautismos de buceo suelen ser bastante rápidos, enseñando al alumno algunas nociones muy básicas, haciéndoles respirar con el equipo de buceo desde el principio y simplemente enseñándoles a respirar del regulador y dándoles un par de recomendaciones claves, como: “No aguantes nunca la respiración, etc…”.
El resultado puede ser, con frecuencia, que el o la participante tiene una mala o incómoda experiencia bajo el agua. Esto significa que aunque el objetivo económico de realizar una actividad con el cliente se ha cumplido, el objetivo de promoción de nuestros cursos de buceo ha fracasado, así como el objetivo de crear una imagen de calidad y confianza.
Lo que propongo aquí es que este tipo de cursos, de Introducción o Bautismos, como queramos llamarles, por su importancia para la promoción, deben buscar la calidad por encima del precio o duración. El curso de Introducción que ofrece ACUC puede requerir más tiempo que los habituales bautismos, desde luego, pero constituye una oferta viable y al fin y al cabo estamos hablando de seguridad y calidad.
Es un factor clave que el primer contacto del no buceador con el medio subacuático sea placentero y experimente una total confianza hacia los profesionales que le atienden y ayudan; por eso este tipo de cursos constituyen una parte muy importante para la promoción de la enseñanza del buceo recreativo. No perdamos de vista que esta es la primera experiencia que una persona tiene bajo el agua respirando aire.
Si la actividad es agradable y carente de estrés, la persona se convierte en una muy probable candidata a un curso de buceo con certificación y además con nosotros. También lo comentará con sus amistades, pero si la experiencia es desagradable no querrá saber nada del buceo, y también se lo dirá a sus amistades, incluyendo la información de dónde ha tenido esa mala experiencia.
En la mayoría de las actividades conocidas como bautismo de buceo se le viste al participante con una cosa que se le dice que es un traje de buceo, salvo que haga calor que entonces ni eso, se le pone algo que pesa y se le informa que es la botella y el chaleco, que no toque nada, se le da el “cacharro” de respirar y se le pide que respire para que compruebe que funciona y, tras alguna que otra recomendación, ya tenemos al buceador.
En un curso de introducción al buceo se le enseña y explica aunque muy por encima el equipo ligero, como ponérselo y cómo usarlo, se le enseña a vaciar la máscara, se hace algún ejercicio respirando por la tuba sin máscara para educar su reflejo de bloqueo respiratorio al entrar su nariz en contacto con el agua, se le enseña a vaciar la tuba y nociones del movimiento de las aletas. Con estas prácticas (algo más de una hora), nuestro cliente adquiere una cierta seguridad y la sensación de que al menos sabe lo que está utilizando y por qué.
También se le muestra el equipo pesado, en qué consiste y se le enseña algunas habilidades y precauciones básicas. Se les da también algunas indicaciones para obtener flotabilidad neutra, muy importante para la comodidad y seguridad del practicante así como para el cuidado del entorno. Con todo esto el curso no debería durar más de 3 o 4 horas para 2 alumnos y añadiendo media hora más por cada alumno adicional, tras lo que ya pasaríamos a la experiencia de la inmersión.
Tampoco podemos perder de vista que si tras esta experiencia la persona se anima a realizar un curso de buceo con certificación, nos ahorraremos un tiempo en dicho curso ya que hay habilidades y conocimientos que los tiene recién adquiridos.
Con las explicaciones y los ejercicios previos realizados nos encontramos ante una persona que es capaz de reconocer el equipo utilizado y la función de cada componente. Eso se traduce automáticamente en seguridad ya que toma conciencia de lo que usa y toma conciencia de la fiabilidad tanto del equipo como del profesional que está a cargo del curso.
Ahora toca bucear. Todos sabemos la importancia de una flotabilidad neutra para que la experiencia sea inolvidable. En un curso tan corto no es posible pretender que el participante domine la flotabilidad neutra (mucha gente no la domina tras un curso ya con certificación), pero sí tenemos a un participante más tranquilo y cooperativo gracias a su confianza y a los ejercicios anteriores, por lo que será muy sencillo ayudarle a mantener una flotabilidad cómoda porque sus movimientos serán más pausados y su confianza mayor. En otras palabras, se sentirá seguro con nosotros.
Incluso en superficie, pero con la cara en el agua y respirando del regulador, podemos ofrecerle nuestro segundo regulador, para que experimente que bajo el agua se puede cambiar de regulador sin problema alguno. Es una inyección de seguridad y confianza ya que serán conscientes de que si su regulador fallase, eso no supondría problema alguno.
No es un curso de buceo con certificación, sino una introducción al buceo, por lo que no se van a enseñar leyes físicas, fisiopatología del buceo y otros conocimientos que en su forma básica, son imprescindibles para el buceador certificado.
Pero por seguridad hay algo que sí debemos marcar en la mente del participante y ese algo es prevenir la sobreexpansión pulmonar. No estoy diciendo que se le explique el terrible accidente y sus consecuencias pues inducir miedo no es en absoluto aconsejable en un curso de Introducción al Buceo, pero nosotros, como profesionales, sí conocemos tal riesgo luego es nuestra obligación prevenirlo.
Recordemos esa importante ley de aprendizaje, la ley de lo reciente, que dice: “lo que se aprende lo último es lo que mejor se recuerda”. Por lo tanto, dejemos los consejos y las practicas importantes para lo último. Antes de sumergirnos debemos insistir en la importancia de respirar normalmente y NUNCA contener la respiración. Debemos repetir este punto para que el participante “sienta” la importancia de nuestra recomendación y lo asocie a algo que necesariamente hay que respetar.
Con respecto al equipo, es sumamente importante que esté en excelentes condiciones. Esta recomendación debería sobrar pues así debe ser para cualquier tipo de curso e incluso para cualquier tipo de actividad subacuática, pero cobra más importancia en el curso de Introducción, donde el alumno no adquiere habilidades para superar sin problemas una avería del equipo y mucho menos un regulador inundado, un regulador que repentinamente “no da aire” o un regulador “duro”, es decir, que da poco aire.
La sensación de profesionalidad que perciba el practicante cobrará especial significación para su posible contratación de más servicios contigo y de un curso de buceo completo y certificado, que debe ser tu objetivo, ya que conseguirás que esta persona multiplique sus actividades contigo y te recomiende a su círculo familiar, profesional y de amistades.
No hay duda que entregarle una tarjeta acreditativa de haber realizado esta actividad y expedida por una Organización Internacional de Buceo le da un valor añadido a tu relación con el alumno muy importante y fuera de toda duda. El participante cobra verdadera conciencia de tu validez profesional pues estás avalado por una Organización Internacional de Buceo. En la imagen podemos ver una representación de la tarjeta por sus dos caras.
Pero claro, ACUC tiene unos estándares y procedimientos muy específicos para este tipo de cursos (iniciación e introducción). Puesto que estos cursos no conllevan titulación, sólo aquellos cursos en que los alumnos reciben el kit de introducción/iniciación de ACUC y el Instructor sigue los estándares de ACUC pueden anunciarse como cursos de iniciación o de introducción al buceo de ACUC. Seguir estos estándares es lo que permite a una Organización Internacional de Buceo avalar la calidad de las enseñanzas impartidas y de las actividades realizadas.
Si un Instructor o Divemaster ACUC no sigue estos estándares y procedimientos no podrá anunciarse ni considerarse como un curso de iniciación o introducción de ACUC. Los estándares los podéis ver en la sección de “Estándares” de las webs privada y pública de ACUC.
Aquí acabamos. Os agradeceré los comentarios que os parezca bien enviar utilizando el espacio al efecto al final de este texto.
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