Nos hacemos eco de un hito en buceo, concretamente en espeleobuceo. En Hranice, población de la República Checa, se ha sobrepasado la profundidad de 400 metros en la cueva Hranická Propast, un pozo de piedra caliza inundado en el que se ha tocado fondo, provisionalmente parece ser, a 404 metros de profundidad.

La cueva está localizada en las inmediaciones de Hranice, situada en el este de la República Checa. Propast significa “abismo” en checo luego el nombre de la cueva, Hranická Propast lo podríamos traducir como “El Abismo Hranická” y está localizada en la zona Hûrka u Hranic (Hranic significa frontera).

Espeleobuceo. La cueva más profunda del mundo
Hůrka u Hranic By Radim Holiš, Wikimedia Commons, CC BY-SA 3.0 cz, https://commons.wikimedia.orgwindex.phpcurid=33026799

Como vemos en la fotografía, en el fondo de una profunda dolina podemos apreciar la superficie del agua, casi cubierta por vegetación y algas flotantes. Ahí es donde comienza la inmersión.

Observando el croquis que también ofrecemos después, se desciende por una rampa muy inclinada, casi vertical, hasta los 60 metros de profundidad. Ahí hay 2 caminos posibles, uno que sube, también casi vertical, hasta superficie, donde aparecemos en una galería aérea. El otro camino conduce a un estrechamiento que, una vez franqueado, accede a un pozo vertical que baja a 200 metros de profundidad. En el fondo de este pozo hay un pasaje que desemboca en otro gran pozo, donde se ha alcanzado la profundidad de 404 metros.

Fases de la inmersión

El espeleobuceador polaco Krzysztof Starnawski lleva realizando inmersiones en esta cavidad desde 1999, tratando de explorarla en su totalidad, pero encontrándose con terribles retos a causa de la prohibitiva profundidad. El fondo del primer pozo, a 200 metros de profundidad, se alcanzó primero con una sonda, pero en 2014 Krzysztof bajó a esa profundidad y encontró un estrecho pasaje que desembocaba en un gran pozo vertical. Franqueó el pasaje y sondeó el pozo dando una profundidad de 384 metros.

En 2015 se continuó con la exploración. Esta vez Krzysztof Starnawski bajó y se encontró que el pasaje a 200 metros era algo más amplio, debido a movimiento de depósitos provocados por el agua. Bajó a la increíble profundidad de 265 metros y desde allí sondeó de nuevo el pozo. La sonda tocó fondo a una profundidad de 370 metros (menos que el año anterior), lo que hacía pensar que las sondas tocaban algún tipo de acumulaciones por derrumbamiento o repisas. La inmersión la realizó asistido por David Cani como buzo de seguridad y soporte en las etapas descompresivas.

Espeleobuceo. La cueva más profunda del mundo

En 2016 consiguió la ayuda de National Geographic e invitó a Bartlomiej Grynda de GRALmarine, con su robot fabricado a medida. En la imagen vemos el robot en acción dentro de la cavidad. Ya tenía una guía para el robot pero el 27 de septiembre de este año bajó, también asistido por David Cani, a 215 metros para asegurar el camino del ROV (Remote Operated Vehicle) por el pasaje estrecho y hasta el inicio del gran pozo. Tras 5 horas de descompresión emergió y asumió la guía de la inmersión del ROV. El ROV se posó a una profundidad de 404 metros  pero el pozo seguía.

La profundidad alcanzada según los sistemas de medida del robot son los 404 metros, pero la exploración del ROV terminó por razones técnicas, ya que todo estaba preparado para alcanzar la profundidad de 400 metros. La profundidad del sistema es indudablemente mayor, no se sabe si poco o mucho, pero mayor.

Espeleobuceo. La cueva más profunda del mundo

Este logro convierte a esta cueva en la cueva bajo el agua más profunda del mundo, desplazando al segundo lugar al Pozzo del Mero, en Italia, que ostentaba este record con sus 392 metros de profundidad.

Comentarios sobre este logro en espeleobuceo

Inmersiones en cuevas a tales profundidades, realizadas por humanos, está actualmente totalmente fuera de nuestras posibilidades técnicas. Ciertamente se han superado los 300 metros de profundidad utilizando escafandra autónoma, pero en aguas abiertas y, visto cómo se ha hecho, con una considerable dosis de “aventura” o tratar de romper límites, quizás debido a lagunas teóricas o faltas de conocimiento. Alcanzar los, por ejemplo, 300 metros de profundidad en una cavidad es, hoy por hoy, jugar a una lotería en la que las mayores posibilidades corresponden a perder la vida.

No hace mucho tiempo emitíamos un post hablando del espeleobuceo y los distintos grados de dificultad que suponía la inmersión en este entorno. Aquí vemos un ejemplo de inmersión con un grado de dificultad extremo.

La temperatura del agua es de 15º C debido a que es una fuente termal de agua saturada con dióxido de carbono. Aunque no extremadamente fría, sí obliga a una protección térmica muy importante, ya que la inmersión, junto con la descompresión, va a ser de larga duración. A pesar de que buena parte de la descompresión se realizó en burbuja seca, estamos hablando de una inmersión en la que la primera parada de descompresión ha de hacerse a una profundidad muy superior a los 100 metros. El agua es además químicamente agresiva, lo que obliga a proteger adecuadamente tanto la piel como los equipos. Además hay problemas de visibilidad ya que hay zonas fangosas en la cavidad.

En buceo profesional se han superado los 500 metros de profundidad en inmersión a saturación, pero la velocidad de descenso es muy lenta, algo imposible en buceo con escafandra autónoma. La velocidad de ascenso suele ser, de media, 1 metro por hora, desde luego imposible de realizar en agua con botellas. Una sencilla cuenta (1 metro/hora por 500 metros) nos da una descompresión de 3 semanas.

Al final de esta entrada puedes escribir el comentario que te parezca bien. También bajo este párrafo hay un botón de suscripción que accede a un formulario para realizar dicha suscripción. Es gratuito y al suscribirte recibirás una notificación por correo electrónico, cada vez que se publique una nueva entrada en este blog.